Antes de entrar en los términos de la tecnología del tratamiento superficial, es importante saber algunos de los términos usados para caminos en vialidad.
Primero, el pavimento es el conjunto de capas de material que dan soporte a la movimentación de cargas y pasajeros. Debe ser capaz de resistir durante su vida útil, de tal forma que no se superen las tensiones y deformaciones admisibles, tanto el suelo de fundación como en cada una de las capas. La secuencia de capas es:
• Superficie de rodadura: como capa expuesta al tráfico está diseñada para resistir el desgaste (que incluye la abrasión de los neumáticos, los esfuerzos producidos por el giro del tráfico, etc.) y para impermeabilizar el pavimento. Su objetivo es proveer una superficie que permita la circulación del tránsito en condiciones de seguridad y comodidad bajo cualquier condición climática y de la manera más económica posible.
• Base: es la capa estructural que recibe la mayor parte de los esfuerzos y donde se apoyará luego la capa de rodadura. Por lo general, se construye con material granular seleccionado en una mezcla de áridos finos y gruesos.
• Subbase: cumple la función de agregarle espesor al pavimento para evitar elevadas tensiones en la subrasante. Actúa como fundación de la estructura, obstaculizando también la ascensión de agua por capilaridad.
Todas estas capas yacen sobre la subrasante, compuesta con material de la zona que es preparado y compactado para suportar la estructura del pavimento.
La función del tratamiento superficial es, entre otras cosas, la de proveer una superficie impermeable para proteger al pavimento del daño de los neumáticos y el clima, con una macrotextura que genere una superficie resistente al desplazamiento para que los usuarios circulen con seguridad en cualquier circunstancia. El éxito de cualquier tratamiento depende en gran medida de la calidad de la base subyacente, y debe ser aplicado sobre pavimentos que no han sufrido fallas estructurales.
El más utilizado es el conocido como “Chipseal”, un tratamiento superficial bituminoso conformado por un tamaño de piedra seleccionada ligada por una película de asfalto, aplicadas en una o varias capas (simple, doble o triple).
El ligante es un material viscoso y impermeabilizante y debe adherir la piedra a la superficie para lograr una capa cohesiva. Asimismo, debe contar con una baja viscosidad cuando es tendido, pero una vez curado, mantener una elevada adhesividad con el agregado y también con la superficie sobre la que se aplica.
Ya los áridos son una parte esencial del tratamiento superficial, ya que se adhieren al ligante asfáltico y a las bases de los desgates del tráfico, provee se soporte a todas las fuerzas de contacto del neumático y genera una superficie resistente al deslizamiento.
Equipo Romanelli
Romanelli es una empresa pionera que desarrolla soluciones de pavimentación de asfalto con los recursos tecnológicos más modernos para satisfacer las necesidades del mercado de la mejor manera y más cualificada, así como las especificidades de cada cliente. Para obtener más información sobre los productos de la marca, incluidos los Distribuidores Múltiples de Agregados y las Plantas de Micropavimento que sirven para el tratamiento de superficies, contáctenos y obtenga más información.